Consejos prácticos para la vuelta al cole

Después de las vacaciones puede que nuestros peques hayan perdido algunos de los hábitos saludables que tenían, así que con la vuelta al cole hay que retomarlos nuevamente. El comienzo de sus actividades de rutina, como son los horarios establecidos, el aprendizaje de cosas nuevas, las actividades extraescolares son entre otros motivos los que tienen que asumir con mucha energía y vitalidad. Para ello es imprescindible una alimentación sana y equilibrada para su desarrollo, tanto físico como mental que conlleve el consumo diario al menos de cinco raciones de frutas y hortalizas, junto con el resto de grupos alimentarios: lácteos bajos en grasa, derivados integrales de los cereales (pan, pasta...), carnes, pescados y huevos, aceite de oliva y agua para calmar nuestra sed. Además es importante hacer cinco comidas diarias: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena, y evitar el consumo habitual de alimentos ricos en grasas saturadas y azúcar añadido como la bollería industrial, los precocinados, los refrescos con azúcar, la comida rápida, etc.

Algunos consejos prácticos:

1. El desayuno:
Antes de salir de casa es imprescindible realizar un buen desayuno puesto que está demostrado que el rendimiento escolar y laboral se relaciona directamente con su composición. Un desayuno completo debería contener; trocitos de fruta acompañado de un vasito de zumo natural, leche y cereales o pan.

2. A media mañana:
Resulta muy aconsejable un aporte extra de energía antes de la comida para afrontar la mañana a tope. Con una pieza de fruta o el bocadillo de toda la vida es suficiente porque son alimentos saludables junto con una botella de agua o un rico zumo.

3. La comida:
En la comida, procurar tomar hortalizas crudas o cocinadas, formando parte de los primeros junto con arroces, pasta legumbres o patatas, o bien, como guarniciones de pescados, huevos o carnes magras, agua como bebida, fruta de postre y pan integral para acompañar.

4. La merienda:
Es recomendable ocuparla con alguna actividad física o actividad extraescolar, y acompañarla de una ingesta de frutas frescas o desecadas, frutos secos, o incluso un bocadillo, evitando las chucherías, las bebidas azucaradas, snack y la bollería.

5. La cena:
La cena, última comida del día, se debe planificar en función de los alimentos consumidos a lo largo de toda la jornada, dando preferencia a las hortalizas, y como postre las frutas frescas. No debemos descuidarla por ser la última, y en el caso de los niños podemos animarles para que nos ayuden a prepararla. Es importante evitar las cenas a base de cereales del desayuno, pues desplazan a alimentos como el pescado, los huevos o las hortalizas.